Museo Virtual de Billetes y Monedas

En 1942, a falta de monedas fraccionarias en circulación, el gobierno pidió cotizaciones para la acuñación de monedas a varias casas europeas y americanas. La Segunda Guerra Mundial imposibilitó a las mismas cumplir con las cantidades requeridas debido a la falta de materia prima. Sólo una casa en Filadelfia pudo otorgar pequeñas cantidades de monedas de 10 (figs. 127-128), 20 (figs. 129-130) y 50 centavos (figs. 131-132), las dos primeras en zinc y la última en cobre. Aparentemente la demanda de monedas de 10 y 20 centavos fue subsanada, no así la de 50 centavos.

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