Informe de Política Monetaria

Informe de Política Monetaria - Enero 2023
Documento Completo IPM
Resumen Ejecutivo IPM:

El Informe de Política Monetaria (IPM) se constituye en uno de los mecanismos comunicacionales del Banco Central de Bolivia (BCB) que posibilita la rendición de cuentas y la subsecuente evaluación de su desempeño y cumplimiento de su mandato constitucional. En efecto, en esta ocasión, el IPM de enero 2023, tiene como objetivo describir y analizar el comportamiento de la macroeconomía boliviana a través de una lectura técnica y sistemática, haciendo énfasis en las políticas implementadas por el Ente Emisor, frente a un contexto externo e interno desafiante, y los resultados alcanzados en la gestión 2022.

A nivel externo, la coyuntura económica se caracterizó por una intensificación de las presiones inflacionarias, incluso más allá de lo esperado a inicios de año, producto del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia y las continuas disrupciones de suministro originadas por los confinamientos impuestos en China. En este sentido, los bancos centrales de las principales economías del mundo, en el marco de sus regímenes monetarios, respondieron incrementando sus tasas de interés de política monetaria a pesar de los posibles efectos que pudiera tener esta medida en la dinámica de la actividad económica. Efectivamente, esta orientación contractiva de la política monetaria afectó el ingreso real de las familias y encareció los créditos de consumo e inversión, repercutiendo negativamente en la demanda interna de esos países.

Hacia adelante, no se espera que este panorama externo cambie sustancialmente, es más, dados los efectos negativos de una inflación elevada en los ingresos de las familias y el encarecimiento del financiamiento, las probabilidades de una recesión en las economías avanzadas son más elevadas que en la anterior versión del IPM. Esta debilidad de la demanda externa, junto con el endurecimiento de las condiciones del financiamiento externo, llevaron a una corrección hacia la baja del crecimiento mundial.

Ante este panorama adverso a nivel internacional, cobran mayor relevancia los resultados favorables registrados por la economía nacional. Efectivamente, con información al tercer trimestre de 2022, la economía creció en torno a 4,3%; mientras que la inflación al cierre de gestión registró 3,1%, la más baja en América del Sur y también una de las más bajas en el mundo.

El comportamiento del sector externo fue también destacable, se registró un superávit de la Cuenta Corriente por segundo año consecutivo, gracias al superávit en la balanza comercial y los ingresos por remesas familiares. Asimismo, cabe destacar que la deuda externa continúa en niveles sostenibles en términos de solvencia y liquidez.

En suma, estos resultados, además de otros logros, reflejan en general un balance positivo para la economía nacional en 2022. Cabe destacar que este comportamiento responde a la aplicación coherente de las diferentes medidas tanto fiscales como monetarias, las cuales fueron diseñadas e implementadas dentro el marco del Programa Fiscal Financiero 2022.

En efecto, la Autoridad Monetaria, según sus atribuciones conferidas en la Carta Magna, implementó diferentes impulsos monetarios a través de instrumentos convencionales y no convencionales, los cuales permitieron inyectar recursos en la economía, manteniendo la liquidez en niveles adecuados, sin descuidar la estabilidad de precios.

De igual manera, la estabilidad de la orientación cambiaria no solo contuvo el traslado de la inflación importada sino también mantuvo controladas las expectativas de la población sobre la cotización del dólar, dio mayores espacios para ejecutar la política monetaria y preservó la bolivianización financiera.

Políticas económicas efectivas y oportunas, que dan certidumbre a la población, se constituyen en aspectos fundamentales que permiten a la economía boliviana continuar transitando por la senda de recuperación con estabilidad macroeconómica.

En ese sentido, en línea con su mandato constitucional de mantener el poder adquisitivo interno de la moneda nacional para contribuir al desarrollo económico y social del país, y en función a los desafíos del contexto económico interno y externo, el BCB ratifica su compromiso con el apoyo a la recuperación de la actividad económica, en un marco de estabilidad de precios.