El Informe de Política Monetaria (IPM) es uno de los principales instrumentos de comunicación del Banco Central de Bolivia (BCB), a través del cual se rinde cuentas y se evalúa el cumplimiento de su mandato constitucional. El IPM Julio de 2024 se enmarca en la continuidad de una serie de análisis semestrales que permiten examinar de manera técnica y sistemática la situación macroeconómica del país y las políticas implementadas por el Ente Emisor.
En el primer semestre de 2024, las elevadas tasas de interés en el mundo persistieron, aunque no lograron mitigar completamente las presiones inflacionarias,lo cual se refleja en esporádicos resurgimientos de la inflación. En concordancia con este escenario aún desafiante para las economías, el avance monetario mantiene aún niveles elevados de dichos instrumentos.
Si bien inicialmente se esperaba un choque negativo más profundo en el crecimiento de acuerdo a la política monetaria contractiva, las economías avanzadas mostraron resiliencia, a pesar de ello, su desempeño es débil y en la región limitado. Estos rendimientos son de suma importancia en un contexto de integración económica internacional a través del comercio, por lo que el escenario descrito se traduce en una contención de la demanda externa por productos nacionales, en especial cuando el gigante asiático, uno de nuestros principales socios comerciales presenta dificultad en recuperar impulso debido a las particularidades propias de su economía.
Ante este entorno internacional adverso, durante el primer semestre de 2024, el BCB continuó utilizando instrumentos convencionales y no convencionales para brindar las condiciones monetarias adecuadas para que los diferentes sectores de la economía se desenvuelvan eficientemente, ya sea en moneda nacional como en extranjera. Ante aquello, las Entidades de Intermediación Financiera (EIF) recurrieron en menor medida a fuentes de liquidez y realizaron devoluciones de préstamos de liquidez otorgados en 2023. En efecto, la disminución de las necesidades de liquidez de las EIF y la permanencia de la confianza en el Sistema Financiero, tras los eventos ocurridos en el ámbito financiero el año 2023, es un logro que se debe destacar, en especial en un contexto de presiones políticas.
La gestión de política económica también dio buenos resultados al mantener niveles controlados de inflación, los cuales son ponderados y distinguidos a nivel mundial, en especial durante el proceso más complejo de la crisis internacional inflacionaria y cambio climático. A pesar de esto, Bolivia mantuvo una de las tasas de inflación más bajas de la región y el crecimiento económico continuó siendo notable. Cabe destacar que este comportamiento responde a la aplicación coherente de las diferentes medidas tanto fiscales como monetarias, las cuales fueron diseñadas e implementadas en consideración al Programa Fiscal Financiero 2024.
Por otro lado, ante el avance tecnológico que sucede en el mundo y aprovechando las nuevas condiciones legislativas en las que Bolivia avanzó en los últimos años, el BCB decidió actualizar su normativa, dando paso a operaciones con Activos Virtuales en el sistema de pagos nacional, buscando fortalecer la inclusión financiera en Bolivia y alinearse con las tendencias globales. Cabe mencionar, que esta decisión fue efectuada en coordinación con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF).
En este contexto, el Banco Central de Bolivia, en línea con su mandato constitucional de mantener el poder adquisitivo interno de la moneda nacional para contribuir al desarrollo económico y social del país, ratifica su compromiso de mantener la estabilidad macroeconómica, enfrentando de manera proactiva los desafíos globales y nacionales que caracterizaron el primer semestre de 2024.