Para 1942, la inflación que vivía Bolivia, agravada por la crisis económica mundial y los efectos de la Guerra del Chaco, obligó al gobierno a emitir billetes de un mayor valor nominal. Es así que por Decreto Supremo del 16 de marzo de 1942, se sacó a circulación papel moneda de 5.000 y 10.000 Bolivianos, impresos por la Waterlow & Sons Limited. En dichos billetes se introduce el uso, después de la emisión italiana del Banco de la Nación Boliviana, de la marca de agua como elemento de seguridad, la que muestra la efigie del Libertador Simón Bolívar. Estos son los billetes más raros emitidos por el Banco Central de Bolivia.
El anverso del billete de 5.000 Bolivianos (fig. 66), impreso en rojo ladrillo sobre filigranas verde claro, rosado y amarillo, muestra en su parte central a un trabajador minero en plena extracción del mineral. A la izquierda, se puede ver la marca de agua descrita anteriormente. El reverso (fig. 67) ostenta el escudo de armas de la República en color marengo. A la izquierda, la filigrana es de color rojo, amarillo al centro y verde a la derecha, formado así la tricolor boliviana.
El corte de 10.000 Bolivianos tiene en su anverso (fig. 68), en la parte central, la Puerta del Sol de Tiahuanacu enmarcada en un recuadro parecido a la figura central de la mencionada puerta. A la izquierda se ve la marca de agua con la efigie de Bolívar. El reverso (fig. 69) es similar al del billete de cinco mil bolivianos, haciendo el mismo efecto de los colores de la bandera nacional.
Estos dos billetes fueron firmados por Gustavo Sánchez, Fernando Arce, Luis Ascarrunz y Mariano Baptista como contadores. En el cargo de superintendentes de bancos firmaron Manuel Prudencio y Augusto Cuadros Sánchez y como gerentes generales Humberto Cuenca, Franklin Antezana Paz y Dámaso Carrasco.