Museo Virtual de Billetes y Monedas

El 10 de octubre de 1829, el presidente Andrés de Santa Cruz promulgó un decreto ordenando la reducción del contenido fino de las monedas bolivianas de plata de corte menor y es así como se empieza a acuñar la moneda feble, con un contenido menor de plata. El objetivo del decreto era atenuar la escasez de plata menuda que se sentía en aquella época en la economía nacional.

El llamado peso fuerte tenía una ley de 10 dineros mientras que el peso feble tenía sólo ocho dineros. Las consecuencias de esta acción fueron desastrosas para la economía de Bolivia ya que todos querían los pesos fuertes mientras que los pagos se realizaban en moneda feble. Incluso Perú hizo reclamaciones, puesto que la moneda boliviana, por su contenido de plata, circulaba en ese país.

En 1848 se promulgó el Reglamento de la Casa de Moneda de Potosí, elaborado por el Ministro de Hacienda, Don Andrés María Torneo, quien a su vez, era el Secretario General de la Confederación Perú-Boliviana y Presidente del Estado Sur-Peruano. En esta ley se instituyeron las características de las monedas que la Asamblea de 1825 omitió. En relación al oro, se establecieron cinco tipos: la onza o doblón de ocho escudos con 27.10 gramos; el medio doblón de cuatro escudos; el cuarto doblón de dos escudos; el escudo con 3.388 gramos y el medio escudo, el cual es bastante raro. La ley, que hasta 1844 era de 20 quilates, se fija en 21 quilates.

Con relación a las monedas de plata se realizó una división similar. Cinco fueron las distintas monedas establecidas por la Ley. El peso de ocho reales con 27.10 gramos; el tostón de cuatro reales; el tomín de dos reales; el real con 3.388 gramos y el medio real. Además de estas disposiciones, se aumentó el número de estrellas a nueve, representando a los nueve departamentos de la República.

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